Soluciones
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Se trata de
jugar algunas partidas para familiarizarse con el juego y aclarar las reglas
del mismo. Cabe esperar que surja alguna conjetura sobre la relación entre
salir o no el primero y la victoria en el juego, pero es difícil que en el
juego libre se descubra la estrategia ganadora.
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Para facilitar
la lectura llamaremos jugador azul al que juega con las fichas azules y
jugador rojo al que lo hace con las rojas.
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En la primera
partida, si el jugador azul mueve una de sus fichas hacia adelante, el
jugador rojo hará lo mismo con su ficha de la otra fila. A partir de ese
momento al jugador azul no le queda otro remedio que empezar a mover sus
fichas hacia atrás. En cada jugada, el jugador rojo moverá hacia adelante la
ficha de la misma fila, tantas casillas como haya retrocedido el azul, hasta
que finalmente le bloquea. Si el jugador azul en su primera jugada retrocede
con una de sus fichas, el rojo avanzará con la ficha de la misma fila tantas
casillas como haya retrocedido el otro. Gana, por tanto, el jugador rojo si
juega correctamente.
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En esta segunda
partida el jugador azul debe mover su ficha de la fila inferior hasta
juntarla a la roja. Al jugador rojo no le queda más remedio que ir
retrocediendo con la ficha de la primera fila. El azul en su jugada irá
aproximando siempre su ficha a la roja, hasta que queda inmovilizada. Gana
por tanto el jugador azul.
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Ahora el jugador
azul juntará su ficha de la primera fila a la ficha roja. A partir de ese
momento al jugador rojo no le queda otra opción que retrasar alguna de sus
fichas. En su jugada el jugador azul avanzará su ficha tantas casillas como
se haya retrasado la roja. Finalmente gana el jugador azul.
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El jugador azul
no tiene más opción que avanzar una de sus fichas. El rojo avanzará el mismo
número de casillas, pero con su ficha de la otra fila. Si el jugador azul
retrocede, el rojo avanza su ficha de la misma fila tantas casillas como
haya retrocedido, hasta que finalmente quedan bloqueadas las fichas azules.
Gana, por tanto, el rojo si juega correctamente.
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Aunque aparente
otra cosa, la situación es exactamente igual a la del primer caso. Por tanto
gana el rojo.
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Si el jugador
azul avanza con la ficha de la primera fila hasta juntarla a la roja, el
rojo hará lo mismo con la ficha de la segunda fila y, por tanto en la
siguiente jugada el rojo ya va a ganar. Por tanto esa jugada no es buena. Lo
mismo sucede si el jugador azul mueve la ficha de la segunda fila hasta
juntarla a la roja. Sin embargo, si el azul avanza su ficha de la segunda
fila hasta dejarla con la misma separación de la roja que la que tiene la
primera fila (una casilla), las únicas opciones que tiene el jugador rojo en
su jugada son: aproximar una de sus fichas a la ficha azul correspondiente
(y en ese caso la situación sería similar a la descrita al principio de este
párrafo, por tanto perdería) o retrasar una de sus fichas. Si la retrasa, el
azul avanzará con su ficha de la misma fila tantas casillas como se haya
retrasado el otro. Manteniendo esa estrategia (si mi rival avanza, yo
avanzo, pero en la otra fila; si mi rival retrocede, yo avanzo en la misma
fila), finalmente el rojo quedará arrinconado, con lo que su única opción
será avanzar con una de sus fichas hasta juntarla a la azul, con lo que el
azul hará lo propio en la otra fila y finalmente conseguirá ganar la
partida. Por tanto esta es una situación ganadora para el azul.
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La situación es
exactamente igual a la del quinto caso.
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Es un caso
análogo al sexto caso y, por tanto, se ha de seguir la misma estrategia:
mover inicialmente la ficha más separada (en este caso la de la primera
fila) hasta dejarla a la misma distancia de la roja que en la otra fila (en
este caso 2 casillas). Por tanto, jugando correctamente, ganará el jugador
azul.
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La conclusión de
todo lo anterior es que el primer jugador que mueve pierde la partida si el
otro sabe mover sus fichas correctamente. Cuando el primer jugador avanza
una de sus fichas, el segundo jugador avanza el mismo número de casillas con
su ficha de la otra fila. Cuando el primer jugador retrocede una de sus
fichas, el segundo jugador avanza con su ficha de la misma fila tantas
casillas como haya retrocedido el otro. Finalmente el primer jugador quedará
bloqueado, con lo que pierde la partida.
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Se trata de
poner en práctica la estrategia ganadora.
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La estrategia
ganadora es la misma, independientemente de la longitud del tablero.
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